09Oct / 2019
Nuestras alumnas de Educación Infantil han comenzado sus clases de danza, y están encantadas.
La danza es una forma de comunicación artística y de expresión de emociones, sentimientos, pensamientos, imágenes y estados de ánimo del ser humano. También es un medio para entretenerse, divertirse y disfrutar con movimientos rítmicos del cuerpo.
Por estas razones es una actividad sumamente beneficiosa en la formación del niño al satisfacer su necesidad de expresión y creación, a través del conocimiento de su propio cuerpo, ayudándolo a descubrir las múltiples capacidades de movimiento que éste posee, de acuerdo a su estado evolutivo y a su nivel de rendimiento, canalizando de esta manera su potencial creativo y energético.
El ballet, además de arte, es un ejercicio que cuenta con múltiples y positivos beneficios, tanto físicos como psíquicos, para los niños. Estos son algunos:
- El baile estimula la circulación sanguínea y el sistema respiratorio.
- Favorece la eliminación de las grasas.
- Contribuye a corregir malas posturas.
- Ayuda a ganar elasticidad
- Ejercita la coordinación, la agilidad de movimientos y el equilibrio.
- Colabora en el desarrollo muscular y la forma de la columna.
- Ayuda al desarrollo de la psicomotricidad, a la agilidad y coordinación de los movimientos.
- Permite mejorar el equilibrio y los reflejos.
- Puede ayudar a corregir problemas como el ‘pie plano’. Con el ballet, las posiciones que adopta el pie durante la clase, la mayor parte del tiempo arqueado, pueden hacer que poco a poco se corrija el defecto.
- Es una buena técnica para combatir la obesidad infantil y el colesterol.
- Desarrolla la expresión corporal, el oído y la memoria.
Pero si los beneficios físicos del ballet son numerosos y variados, lo positivo a nivel psíquico es, si cabe, aún más positivo:
- El ballet es un ejercicio muy rígido, que exige y enseña disciplina tanto física como mental, ayudando en el desarrollo de la personalidad de los niños.
- Desarrolla la sensibilidad de los pequeños, permitiendo que fluyan sus sentimientos con total libertad.
- Ayuda a la socialización de los niños más tímidos y a superar esa timidez.
- Relaja y libera adrenalina.
- Mejora la autoestima y reduce síntomas de estrés o ansiedad, aumentando la confianza del niño en sí mismo.
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Fuentes: ciudaddeladanza.com, conmishijos.com, danzaballet.com